La medida de temperatura sin contacto es una técnica fundamental en mantenimiento eléctrico que ha experimentado grandes cambios en los equipos e instrumentación disponibles, y que está aún en continua evolución. Se caracteriza por su espectacularidad, facilidad de manejo y capacidad de detección de puntos calientes.

Gracias a la Física podemos convertir las mediciones de la radiación infrarroja en mediciones de temperatura, esto es posible midiendo la radiación emitida en la porción infrarroja del espectro electromagnético desde la superficie del objeto, convirtiendo estas mediciones en señales eléctricas.

La termografía nos permite aplicar útiles funciones del mantenimiento predictivo:

  • Inspección de motores eléctricos para buscar calentamientos localizados por fallos en el estator.
  • Calentamiento de cojinetes y rodamientos por mala lubricación o daños en la pistas de rodadura, en los elementos rodantes o en la jaula.
  • Inspección de aislamientos en hornos, calderas, circuitos de vapor, etc.
  • Comprobación de purgadores de vapor.
  • Inspección de conductos con fluidos calientes o fríos para localizar obstrucciones.
  • Localización de tuberías de agua incrustadas en paredes.
  • Inspección de cierres mecánicos.
  • Verificación de acoplamientos de ejes para identificar desalineaciones o daños en los acoplamientos.
  • Inspección de poleas para identificar tensiones mayores que las adecuadas y desalineaciones de las poleas.
  • Comprobación del sistema de refrigeración en motores eléctricos.
  • Inspecciones de centros de transformación de alta tensión.
  • Inspección de líneas de corriente para comprobar el equilibrio entre fases.

Si tiene alguna duda sobre la termografía puede escribirnos, nuestros ingenieros especialistas en mantenimiento predictivo le pueden aconsejar sobre cómo aplicar termografía y facilitar la planificación del mantenimiento.